Para mantener un cutis sano y con buena apariencia es importante ser constante en el día a día y sobre todo, tener muy presente que la limpieza es un paso imprescindible para optimizar los resultados de nuestro ritual de tratamiento. Nuestra piel se expone cada día a muchos cambios de temperatura y agentes externos como la contaminación y partículas de suciedad que se adhieren a ella.
La rutina de limpieza facial es vital para eliminar las células muertas, evitar impurezas y no perder el brillo natural de la piel. Por eso, no tener un buen hábito de limpieza, podría acelerar el proceso de envejecimiento prematuro de la piel.
¿En qué consiste y cómo puede ayudarte una buena rutina de limpieza facial?
El primer paso para obtener resultados óptimos
Tenemos la concepción equivocada de que, si no nos maquillamos, no hace falta que nos limpiemos el cutis. Aunque no usemos maquillaje, durante la noche, la regeneración natural de la piel provoca impurezas y obstrucción de los poros que pueden provocar desequilibrios en el manto lipídico y generar imperfecciones.
Un buen hábito de limpieza facial no es desmaquillar el rostro y lavarlo con jabón. Los productos utilizados deben seguir un orden y ser de calidad. Si no llevas a cabo tu rutina de forma correcta, podrías no obtener los beneficios deseados.
Teniendo esto en cuenta, es recomendable haber aplicado una rutina de limpieza facial antes de cualquier otro producto de tratamiento. ¿Quieres saber cómo?
Nuestro ritual de limpieza: Essential Clean
El cuidado personal nos aporta bienestar físico y mental. Así pues, para garantizar que los productos que usamos en nuestra piel sean absorbidos correctamente, en primer lugar debemos eliminar las impurezas acumuladas. El ritual Essential Clean de IANNUA es adecuado para todo tipo de pieles y consta de una doble limpieza y la aplicación de un tónico. Con estos tres pasos podrás tener tu piel limpia y preparada para la aplicación de cualquier producto posterior. Te lo explicamos con más detalle:
- Leche limpiadora. Este primer paso es clave. La leche limpiadora nos ayudará a deshacernos de la suciedad, arrastrándola y eliminando en profundidad la capa más grasa. Limpia y desmaquilla a la vez que respeta el equilibrio de tu piel y permite insistir en zonas más sensibles del rostro como labios y ojos, sin provocar irritaciones.
- Gel limpiador. Este producto de base acuosa mejora el aspecto de tus poros a la vez que acaba de eliminar la suciedad más profunda, así como los restos que la leche limpiadora haya podido dejar.
- Tónico. Este último paso prepara la piel para absorber con mayor facilidad los principios activos del producto que te apliques posteriormente. Purifica, hidrata y refresca para acabar de perfeccionar la limpieza de tu piel.
El ritual Essential Clean de IANNUA te garantiza una preparación óptima de la piel para que tengas una rutina de limpieza facial al completo.